1. Limpiar los mejillones
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Retira los filamentos de cada mejillón tirando suavemente hacia abajo.
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Limpia las conchas raspando los pequeños crustáceos adheridos.
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Lava los mejillones y colócalos en una cazuela con un poco de vino blanco.
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Añade medio limón cortado en cuartos.
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Cocina a fuego alto tapado hasta que se abran (aprox. 5 minutos).
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Retira los mejillones abiertos y descarta los que no se hayan abierto (eran muertos).
2. Preparar la salsa picante
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Pela y pica la cebolla y las chalotas.
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En una cazuela grande, calienta aceite de oliva a temperatura media-alta y sofríe las verduras con un poco de sal durante 10 minutos.
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Añade las cayenas desmenuzadas y cocina 1 minuto más (ajusta el picante al gusto).
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Lava y corta los tomates, añádelos a la cazuela junto con 100 ml del agua de cocción de los mejillones (colada).
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Cocina tapado, removiendo de vez en cuando, 30–40 minutos hasta que el tomate se ablande.
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Tritura la salsa hasta obtener una textura homogénea. Añade 2 cucharadas de aceite de oliva y emulsiona.
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Ajusta sal y añade la salvia (o sustituye por albahaca u orégano si prefieres).