Ingredientes:
Hojas frescas y limpias de toronjil (suficientes para llenar un frasco pequeño).
Aceite de oliva virgen extra de buena calidad.
Un frasco de cristal con tapa hermética.
Preparación:
Lava y seca muy bien las hojas de toronjil. Es importante que no quede humedad para evitar que se forme moho.
Llena el frasco de cristal con las hojas, presionándolas ligeramente sin aplastarlas en exceso.
Vierte el aceite de oliva lentamente, asegurándote de que cubre completamente todas las hojas y que no queden burbujas de aire.
Cierra el frasco herméticamente y guárdalo en un lugar fresco y oscuro durante 2-3 semanas.
Pasado ese tiempo, cuela el aceite para retirar las hojas y guárdalo de nuevo en un lugar oscuro.
Uso Adecuado: Úsalo en crudo para aliñar ensaladas, pan o pescados a la plancha. El aceite de oliva es本身 beneficioso para el hígado, y al infusionarlo con toronjil, añades sus propiedades antiespasmódicas y antiinflamatorias a tu dieta diaria de una forma deliciosa.
Nota Importante de Seguridad:
El toronjil es generalmente seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, debido a su efecto sobre la glándula tiroides, las personas con hipotiroidismo deben consultar con su médico antes de consumirlo de forma regular. Tampoco se recomienda su uso en embarazadas o en período de lactancia sin supervisión profesional.
Incorpora el toronjil con conciencia. Escucha a tu cuerpo. Comienza con una taza al día y observa cómo te sientes. Esta planta milenaria no actúa con la velocidad de un fármaco, sino con la sabiduría sutil de la naturaleza, reparando y calmando desde la raíz. Dale tiempo, y notarás cómo tu digestión se vuelve más ligera, tu abdomen menos hinchado y tu bienestar, más presente. Tu hígado y tus intestinos te lo agradecerán.