En un recipiente grande y hermético, coloca las frutillas lavadas y cortadas en trozos pequeños.
Exprime el jugo de la mitad de una naranja sobre las frutillas. La naranja añadirá una agradable nota cítrica y ayudará a que la mermelada tenga una mejor consistencia
Agrega los sobres de sucralosa (o edulcorante de tu elección) al recipiente con las frutillas y el jugo de naranja. La cantidad de edulcorante dependerá de tus preferencias personales y del nivel de dulzura deseado.
Mezcla todos los ingredientes en el recipiente hasta que queden bien combinados. Luego, cierra el recipiente herméticamente y déjalo reposar durante toda la noche en el refrigerador.
Al día siguiente, transfiere la mezcla a una olla y caliéntala a fuego mínimo durante aproximadamente 50 minutos, revolviendo ocasionalmente. La mermelada irá espesando a medida que se cocina y liberará sus sabores deliciosos.
Una vez que la mermelada haya alcanzado la consistencia deseada y las frutillas se hayan descompuesto completamente, retira la olla del fuego y deja que la mermelada se enfríe.
Transfiere la mermelada a frascos esterilizados y guárdala en el refrigerador con la tapa boca abajo. Deja que se enfríe bien y ¡tu mermelada de frutilla sin azúcar está lista para disfrutar!
