Lilly escribe: “George, nervioso, le dijo a su madre que estaba harto de este ‘juego del olor’. Parecía estresado y dijo que, debido a sus comentarios, ya no teníamos ninguna intimidad, que incluso me negaba a besarlo. Su madre le dijo que tenía que ser paciente si quería que siguiera cerca. Resulta que el padre de George siempre había usado esta técnica con ella: hacer que una mujer oliera mal para que siempre se quedara con él. Según ella, una mujer tenía que serle fiel toda la vida, sentirse demasiado incómoda para engañar, ser totalmente devota y estar siempre fresca y limpia”.
Así que la madrastra de Lilly le estaba aconsejando a su hijo sobre cómo manipularme para que me quedara con él, incluso revelándole estas técnicas malsanas que usaba su propio padre. Lilly se quedó impactada y furiosa al enterarse de que George estaba usando estos métodos despreciables. Concluyó: “George aún ignora que lo sé todo. Quiero el divorcio, pero también quiero vengarme antes de separarnos. Sé que muchos no considerarían esto una razón seria para el divorcio, pero no puedo imaginar pasar mi vida con alguien que usa métodos tan despreciables contra una mujer que lo ama con todo su corazón”.