Antes de abrir el frasco, ya puedes evaluar mucho sobre la calidad del producto.
Lee la etiqueta cuidadosamente
La legislación brasileña exige que todos los ingredientes estén listados. La miel pura debe contener únicamente un ingrediente: miel. Desconfía de cualquier producto que liste “jarabe de glucosa”, “azúcar” u otros compuestos. También busca sellos de inspección, como el S.I.F. (Servicio de Inspección Federal), que garantizan control de calidad.
Observa la textura y el movimiento
La miel verdadera es densa y viscosa. Una forma de comprobarlo es girar el frasco boca abajo y observar el flujo. La miel pura debe caer lentamente en un hilo continuo. Si fluye demasiado rápido, como un jarabe ligero, es probable que esté adulterada. Otro indicio son las burbujas: la miel auténtica forma una burbuja grande que asciende lentamente, mientras que la miel falsa suele generar muchas burbujas pequeñas que desaparecen rápidamente.
Pruebas prácticas para hacer en casa
1. Test del vaso de agua
Llena un vaso con agua a temperatura ambiente y vierte cuidadosamente una cucharada de miel.
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Miel verdadera: Se hunde como un bloque sólido hasta el fondo y no se disuelve fácilmente.
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Miel falsa: Comienza a disolverse inmediatamente, enturbiando el agua antes de llegar al fondo.
2. Test del papel toalla
Coloca una gota de miel sobre una hoja de papel toalla.
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Miel verdadera: Permanece intacta por mucho tiempo sin absorberse ni dejar un rastro húmedo.
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Miel falsa: Se absorbe rápidamente y se extiende, dejando un rastro húmedo.
3. Test del fuego (con precaución)
Sumerge un cotonete en miel y trata de encenderlo con un fósforo o encendedor.
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Miel verdadera: La punta se enciende y quema como una vela.
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Miel falsa: No prende fuego o solo chispea y se apaga, debido a su alto contenido de agua.
