La “taza” es el cuerpo del hongo.
Las bolitas plateadas dentro son peridiolos, es decir, cápsulas que contienen esporas.
Cuando llueve, las gotas impactan dentro del “nido” y disparan las esporas a distancia, permitiendo que el hongo se reproduzca.
Es, en pocas palabras, un mecanismo de supervivencia perfectamente diseñado por la naturaleza.
¿Debo preocuparme si veo esto en mi jardín?
La respuesta es no. Estos hongos:
No dañan plantas.
No afectan la salud humana ni de mascotas.
No generan mal olor.
No indican ningún problema grave.