1. Preparar las bases:
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Bate la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
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Agrega las almendras molidas y la maicena, mezclando bien.
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Incorpora el huevo y, finalmente, la harina. Mezcla hasta formar una masa suave y lisa.
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Coloca la masa entre dos papeles de horno y refrigérala por 20–30 minutos.
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Corta discos de unos 5,5 cm y colócalos sobre moldes de muffins invertidos (por fuera del molde).
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Hornea a 160 °C durante 8–10 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas.
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Deja enfriar completamente antes de desmoldar con cuidado.
2. Preparar el relleno:
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En un bol, bate el mascarpone, la nata y el azúcar glas hasta obtener una crema con picos suaves.
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Rellena las tartitas frías con esta crema usando una manga pastelera o cuchara.
3. Preparar el glaseado:
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En una cacerola, coloca las fresas, el azúcar y el agua. Cocina a fuego medio hasta que las fresas se ablanden.
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Añade la maicena disuelta y cocina hasta que la mezcla espese (unos 20 minutos).
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Cuela la salsa y deja enfriar completamente.
4. Montaje final:
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Pinta las fresas frescas con el glaseado frío para darles un brillo irresistible.
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Coloca una fresa sobre cada mini tarta.
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Refrigera durante 30 minutos antes de servir para que estén bien fresquitas.
💡 Consejo:
Estas mini tartas se conservan perfectamente en la nevera por 2 días. Si las preparas para una reunión, puedes hornear las bases con antelación y montarlas justo antes de servir.