Colocamos el hojaldre de manera que la parte donde se cierra el hojaldre quede hacia abajo, pegado a la bandeja.
Hacemos los cortes con un cuchillo bien afilado, teniendo en cuenta que los molinetes no pueden ser ni muy finos, ni muy gruesos.
Horneamos los molinetes unos 30 minutos o cuando veamos que están dorados. Servimos inmediatamente, antes de que se enfríen. ¡Deliciosos!