En un bol grande, mezcla las yemas con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa.
Disuelve el café instantáneo en agua caliente y añádelo a la mezcla de yemas.
Añade el extracto de vainilla.
En otro bol, bate la nata muy bien.
Bate las claras con una pizca de sal hasta que estén a punto de nieve.
Incorpora la nata montada a la mezcla de café con movimientos envolventes y luego las claras batidas.
Reparte la mezcla en vasos o tazones.
Refrigera durante al menos 2 horas antes de servir.
Decorar con chocolate rallado o granos de café.
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