En un recipiente o licuadora, añade la crema de leche, la crema líquida, la leche condensada y el jugo de fresas. Procesa bien hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Consejo:
Para un sabor más intenso, puedes añadir fresas frescas trituradas en lugar de jugo. Esto le dará un toque más natural y un color más vivo.
2. Añadir el Vino Espumante
Una vez que la mezcla base esté lista, agrega lentamente el vino espumante o la bebida gaseosa elegida. Mezcla con cuidado para que la bebida conserve parte de su efervescencia.
Consejo:
Si prefieres una versión sin alcohol, sustituye el vino espumante por agua con gas o limonada casera. También puedes usar un refresco con sabor a frutas para darle un toque diferente.