1. Precalentar el horno
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Precalienta el horno a 220°C (425°F).
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Coloca una rejilla sobre una bandeja forrada con papel aluminio. Esto permite que el aire circule y la piel quede crujiente.
2. Secar el pollo
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Seca bien cada muslo con toallas de papel.
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La piel debe estar completamente libre de humedad para dorarse de forma perfecta.
3. Sazonar los muslos
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Unta los muslos con aceite de oliva.
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Añade condimento para pollo (o hierbas italianas), sal y pimienta.
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Masajea bien para que los sabores penetren.
4. Hornear
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Coloca los muslos en la rejilla preparada.
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Hornea de 35 a 40 minutos hasta que la temperatura interna alcance 74°C (165°F).
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Los jugos deben salir claros, sin rastros rosados.
5. Dorado final
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Activa el grill o broiler durante 2-3 minutos para lograr un acabado crujiente.
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Vigila de cerca para que no se quemen.
6. Reposo
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Retira los muslos y deja reposar de 5 a 10 minutos antes de servir.
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Esto permite que los jugos se redistribuyan y la carne quede jugosa.