1. Fortalecen el sistema inmunológico
La vitamina C estimula las defensas naturales del cuerpo, ayudando a prevenir resfriados y enfermedades respiratorias.
2. Cuidan la salud del corazón
El consumo regular de naranja contribuye a reducir el colesterol LDL (el “malo”) y mejora la circulación, gracias a su fibra soluble y antioxidantes.
3. Favorecen la digestión
La fibra presente en la pulpa mejora el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento, un problema frecuente después de los 50.
4. Protegen la piel y la vista
Los antioxidantes y el betacaroteno presentes en la naranja combaten los radicales libres y ayudan a mantener la piel más firme y los ojos saludables.
5. Previenen la anemia leve
Comer naranjas junto a alimentos ricos en hierro ayuda a mejorar su absorción, lo que previene la anemia, común en mujeres mayores de 50 años.