Batimos las yemas de huevo con el azúcar y la harina en una cazo, con la ayuda de unas barillas, hasta que quede una pasta homogénea. Reservamos
A continuación ponemos en otro cazo la leche con la vainilla, la piel del limón y la rama de canela y llevamos a ebullición, a fuego lento.
Bizcocho de Calabaza con Caramelo
Tarta de Queso New York Cheesecake
Cuando hierva, vertemos la leche con su vainilla, canela y corteza de limón en el cazo de las yemas de huevo, lo ponemos a fuego lento y removemos todo sin parar hasta que consigamos una crema de natillas un poco espesa. No debe de llegar a hervir nunca.
Cuando la crema espesa retiramos el cazo del fuego y quitamos la vaina de vainilla, al rama de canela y la piel del limón.
Dejamos enfriar un poco y vamos poniendo la crema de natillas en vasitos de cristal individuales. A cada vasito le colocamos una galleta maría por encima, cuando las natillas hayan enfriado un poco, y canela en polvo al gusto.
Las metemos en la nevera al menos 4 horas antes de que vayan a ser consumidas.