Si bien ofrece un respiro de las temperaturas sofocantes, es importante tener en cuenta los posibles efectos secundarios que el aire acondicionado puede tener en nuestra salud.
Ojos secos
Uno de los efectos secundarios más frecuentes del aire acondicionado es la sequedad ocular.
Cuando el aire acondicionado está en funcionamiento, tiende a reducir los niveles de humedad en la habitación.
Como resultado, la humedad de nuestros ojos se evapora más rápidamente, lo que provoca sequedad, picazón y malestar.
Las personas que ya sufren de sequedad ocular u otras afecciones oculares son especialmente susceptibles a este problema.
Hibernación
Pasar períodos prolongados en un ambiente con aire acondicionado puede hacernos sentir aletargados y sin energía.
Esto se debe a que la temperatura fría puede reducir nuestro ritmo metabólico y ralentizar los procesos naturales de nuestro cuerpo.
Además, la falta de circulación de aire fresco puede contribuir a una sensación de fatiga y somnolencia.