La practicidad de los fideos instantáneos y los aperitivos listos para consumir conquista a muchos padres, pero estos productos contienen altas cantidades de sodio, glutamato monosódico y potenciadores artificiales del sabor.
Consumidos de forma regular, pueden afectar el metabolismo y órganos vitales.
Optar por comidas caseras a base de arroz, verduras, frutas y legumbres es una forma efectiva de cuidar la salud infantil.
5. Dulces artificiales
Caramelos, galletas rellenas y golosinas de colores suelen contener colorantes y aromatizantes sintéticos que, además de alterar el comportamiento en algunos niños, pueden suponer riesgos para la salud a largo plazo.
No es necesario prohibir completamente los dulces, pero sí conviene priorizar opciones naturales y sin aditivos químicos.
Conclusión
No todos los casos de cáncer pueden prevenirse, pero la alimentación es un factor que sí puede controlarse.