No creí que pudiera hacerlas tan bien: rehice las castagnole de Apulia en una versión más ligera y ¡juro que no se nota la diferencia!

En un bol grande, mezcla la harina, el eritritol, la almendra molida, el bicarbonato, el cacao y la canela.

Añade la ralladura de limón y naranja: el aroma es inmediatamente el de los postres caseros, con un toque navideño y otro otoñal.

Añade el chocolate.

Derrite el chocolate negro al baño maría (o en el microondas) y viértelo en el bol.

Mezcla bien y añade agua tibia poco a poco, la suficiente para obtener una masa suave pero firme que se pueda trabajar con las manos.

Da forma a las castañuelas.

Transfiere la masa a una superficie enharinada y forma un cilindro.

Aplánalo ligeramente con la palma de la mano y córtalo en rombos o trozos pequeños.

No hace falta que sean perfectos; cuanto más irregulares, más encanto casero tendrán.

Hornea y llena la cocina de deliciosos aromas. Coloca las galletas en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y hornéalas en un horno precalentado a 180 °C (350 °F) durante unos 10 minutos.

En cuanto empiecen a dorarse ligeramente por los bordes, estarán listas.

Para terminar:

Déjalas enfriar por completo y luego espolvoréalas con azúcar glas o eritritol.

Y luego… intenta comer solo una. Yo nunca lo consigo.

Consejos personales:

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