No sé ustedes, pero para mí, noviembre siempre trae consigo ese aroma a chocolate y avellanas que inunda la casa. Cada año, conforme se acerca el Día de Muertos, mi cocina se transforma en una pequeña pastelería improvisada: chocolate derretido, cuencos por doquier y esa impaciente espera a que el turrón se endurezca en la nevera.
El turrón de muertos es una de esas recetas que evocan tradición, familia y conversaciones alrededor de la mesa; pero, seamos sinceros, también es un postre deliciosamente contundente. Así que decidí reinventarlo en una versión más ligera: sin azúcar añadido, solo buenos ingredientes y una crema suave que se deshace en la boca sin resultar pesada. Es cremoso por dentro, crujiente por fuera e increíblemente delicioso… pero con menos remordimientos. Perfecto para los días fríos o cuando quieres darte un capricho sin desviarte de tus objetivos.
Siempre lo preparo con calma, quizá por la noche, y al día siguiente, cortar la primera rebanada es casi un pequeño ritual. No hace falta esperar a las fiestas: una porción de este turrón y te sentirás mimado al instante, como con un abrazo dulce y ligeramente nostálgico.
Torrone dei Morti (Fitness de los Muertos): El postre navideño que te mima sin remordimientos
Dificultad: Fácil
Tiempo de preparación: 30 minutos
Tiempo de reposo: 4 horas
Raciones: 10 rebanadas
Calorías: Aproximadamente 220 kcal por rebanada
Torrone dei Morti (Fitness de los Muertos)
Ingredientes
600 g de chocolate blanco sin azúcar añadido
480 g de crema de avellanas sin azúcar (también puedes usar crema proteica o una casera con avellanas y cacao puro)
360 g de avellanas enteras peladas
600 g de chocolate negro (70% o sin azúcar añadido)
Para una versión más saludable:
Puedes sustituir: