No creía que pudiera estar tan buena sin azúcar ni aceite: ¡esta tarta de manzana está tan buena que no echo de menos nada!

1. Preparar la masa base
Colocar la avena, el plátano troceado, los huevos, el agua y la levadura en polvo en una batidora.

Bate hasta obtener una mezcla suave, homogénea y sin grumos; esta será la base del pastel.

2. Añadir los trozos de manzana y la fruta seca.

Vierte la masa en un bol grande.

Corta las manzanas en dados pequeños (o en rodajas finas, si prefieres una textura más firme) y añádelas a la masa.

Añade también las almendras picadas gruesas y las pasas.

Mezcla con una espátula hasta que se distribuyan uniformemente.

En este punto, puedes añadir una pizca de canela o ralladura de limón para darle más sabor.

3. Hornear
Forra un molde de 17-18 cm de diámetro con papel de horno humedecido y bien escurrido.

Vierte la masa, alísala con el dorso de una cuchara y, si lo deseas, decora con unas rodajas de manzana.

Hornear en horno precalentado a 180 °C (350 °F) durante unos 40 minutos.

El pastel estará listo cuando la superficie esté dorada y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

4. Dejar enfriar
Retirar del horno y dejar enfriar completamente antes de cortar.

Se volverá más firme, suave y aromático.

Se puede espolvorear con un poco de eritritol en polvo o canela antes de servir.

Consejos
No sustituir la avena por harina blanca: la avena es la que le da al pastel su estructura y textura húmeda y rústica.

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