No es el típico pesto: esta mantequilla de berenjena se ha convertido en el condimento imprescindible para todo en mi casa (y dura casi una semana en la nevera).

1. Cocinar la berenjena
Lavar bien la berenjena y pincharla con un tenedor. Cocina con uno de los siguientes métodos:

Microondas: 20 minutos a 1000 W

Horno tradicional: 200 °C durante 20 minutos

Freidora de aire: 190 °C durante 15 minutos

2. Prepara la pulpa
Deja enfriar la berenjena, retira el tallo y pícala. Puedes dejar la piel para un sabor más rústico o desecharla.

3. Prepara la base aromática
Coloca las almendras, las nueces, los dientes de ajo (sin el corazón), el perejil y la albahaca en una licuadora. Licúa hasta que estén finamente picados.

4. Añade la berenjena y el queso

Combina la pulpa de berenjena, el parmesano rallado, la sal y la pimienta. Licúa de nuevo, añadiendo poco a poco el aceite de oliva virgen extra. Agrega el aceite poco a poco hasta obtener una crema espesa y untable.

Modo de uso
Para sazonar pasta: diluye con un poco de agua de cocción y mezcla bien.

Para bruschetta y sándwiches: úntala directamente sobre pan tostado o wraps calientes.

Con carne o pescado: úsala como acompañamiento para carnes a la parrilla o platos principales ligeros.

Consejos y variaciones

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