¡No hay nada mejor que esta sopa cuando tienes antojo de algo durante un día frío!

Calentar el aceite de oliva en una olla grande a fuego medio. Agregar la cebolla, el ajo, las zanahorias y el apio. Saltear hasta que las verduras estén tiernas, aproximadamente de 5 a 7 minutos.
Agregar la mantequilla y la harina a la olla, revolviendo constantemente para formar un roux. Cocinar de 1 a 2 minutos hasta que la mezcla esté ligeramente dorada.
Incorporar lentamente el caldo de pollo, batiendo asegurándose de que no queden grumos. Llevar a ebullición. Añade el pollo desmenuzado, los guisantes congelados y el maíz a la olla. Incorpora el tomillo y el romero.
Cocina a fuego lento durante 10 minutos, dejando que los sabores se integren.
Reduce el fuego e incorpora la crema espesa. Cocina durante 5 minutos más, asegurándote de que la sopa esté bien caliente.
Sazona con sal y pimienta al gusto. Sirve caliente con tus guarniciones favoritas.
Variaciones y consejos

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Para una versión más ligera, puedes sustituir la crema espesa por crema de leche o incluso leche. Si prefieres una sopa más espesa, añade una cucharada extra de harina a tu roux. Puedes variar las verduras según lo que tengas a mano; las judías verdes y las patatas cortadas en dados también quedan de maravilla en esta receta. Y si tienes poco tiempo, ¡el pollo rostizado es una excelente opción!

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