En un bol grande, verter la harina de maíz y añadir poco a poco el agua tibia, removiendo con una cuchara de madera.
Seguir mezclando hasta obtener una polenta suave y homogénea.
Añadir la levadura.
Añadir la mitad del sobre de levadura y mezclar de nuevo.
Dejar reposar la masa, tapada, durante unas 4 horas a temperatura ambiente: durante este tiempo, adquirirá más cuerpo y aroma.
Enriquecer la masa.
Tras el reposo, añadir el endulzante de su elección, la ralladura de limón, las nueces troceadas, las pasas bien escurridas, los piñones y las manzanas en dados.
Añadir el licor de naranja y dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Mezclar bien con una cuchara: la masa debe quedar suave pero no líquida, con abundantes trozos de fruta y aromas.
Hornear.
Vierta la mezcla en un molde para pastel engrasado (de 22 a 24 cm de diámetro) y alísela con el dorso de una cuchara.
Hornee en un horno precalentado a 180 °C (350 °F) durante unos 50 minutos, hasta que la superficie esté dorada y la casa huela a cítricos y manzana.
Deje enfriar y sirva.
Deje enfriar, espolvoree con un poco de azúcar glas y corte en rebanadas generosas.
También está delicioso al día siguiente, quizás ligeramente recalentado: la textura se vuelve aún más húmeda y aromática.
¿Por qué es bueno para ti?