Verter las verduras en el bol con los garbanzos, añadir el perejil, la sal, la harina de garbanzos y el pan rallado.
Mezclar todo hasta obtener una masa suave pero firme. Si es necesario, añade una cucharada de agua o una pizca de harina para ajustar la consistencia.
Da forma a las albóndigas.
Espolvorea una tabla de cortar con harina de arroz, transfiere la mezcla y dale forma de salchicha.
Córtala en rodajas y forma pequeñas hamburguesas vegetarianas o albóndigas con las manos.
Cocina.
Calienta un poco de ghee o aceite en una sartén y cocina las albóndigas durante 4-5 minutos por cada lado a fuego medio-bajo, hasta que estén doradas y crujientes.
Prepara la salsa.
En un bol pequeño, mezcla el yogur, el tahini, la ralladura de limón y una pizca de sal y pimienta.
Se convertirá en una crema fresca y espesa, perfecta para acompañar las albóndigas.
Consejos
También puedes cocinarlas en una freidora de aire a 190 °C (375 °F) durante 10-12 minutos, dándoles la vuelta a la mitad de la cocción.
Para una versión sin gluten, utiliza pan rallado de arroz o copos de avena.
Si te sobran, se conservan muy bien en el refrigerador hasta por 3 días (y son excelentes frías en sándwiches o ensaladas).
Cada vez que las preparo, me pregunto por qué no hago el doble: ¡siempre desaparecen enseguida!
Son esas recetas “inteligentes” que te hacen sentir bien, porque son saludables y, además, deliciosas.
Y lo mejor es que son perfectas para cualquier momento del día: una cena ligera, un almuerzo para llevar o incluso un simple tentempié para calmar el hambre.