1. Preparar las naranjas
Lava bien las naranjas y pélalas, retirando la mayor cantidad posible de médula blanca para evitar amargor. Pica la pulpa en trozos pequeños o licúala ligeramente para una textura más suave.
2. Mezclar ingredientes
En una olla grande de fondo grueso, combina las naranjas picadas con el azúcar y, si usas, las tiras de piel de naranja. Deja reposar aproximadamente 1 hora, para que el azúcar extraiga los jugos naturales de la fruta.
3. Cocinar la mermelada
Coloca la olla a fuego medio y añade el jugo de limón y la sal. Incorpora los clavos si deseas un aroma especiado. Remueve continuamente mientras la mezcla empieza a hervir a fuego lento.
El jugo de limón ayuda a fijar la mermelada gracias a su pectina natural.
4. Comprobar la consistencia
Cocina la mezcla hasta que espese, entre 30 minutos y 1 hora, según el contenido de agua de las naranjas. Para probarla, coloca un poco de mermelada en un plato frío; si se arruga al empujarla con el dedo, ¡ya está lista!
5. Envasar
Retira los clavos si los usaste. Deja enfriar unos minutos y vierte cuidadosamente la mermelada en frascos esterilizados. Sella los frascos mientras la mermelada aún esté caliente para lograr un buen sellado al vacío.