A la gente de todo el mundo le encanta la pasta, y muchos la cocinamos al menos una vez por semana. Pero lo que muchos no saben es que el agua en la que se hierve la pasta es tan importante como la pasta misma.
Esa agua turbia que solemos tirar por el fregadero es, en realidad, un ingrediente valioso que puede marcar la diferencia entre un plato corriente y uno digno de un restaurante italiano.
🍲 ¿Por qué no deberías escurrir el agua de la pasta?
Cuando la pasta se cocina, libera almidón en el agua caliente, dándole ese aspecto blanco y ligeramente espeso.
Este almidón actúa como un agente emulsionante y espesante natural, ayudando a unir la salsa y la pasta para que queden perfectamente integradas.
Si tiras esta agua, pierdes la oportunidad de conseguir una salsa cremosa y bien ligada, evitando ese charco de líquido aceitoso que a veces se forma alrededor del plato.