¡Ahora, sin embargo, es hora de preparar todo lo demás para que esta receta sea realmente especial! Empieza picando una cebolla (cuanto más pequeña, mejor). Una vez hecho esto, corta una berenjena en dados. Tómate tu tiempo, porque es importante que los trozos sean lo más pequeños posible.
Ahora, prepara una sartén antiadherente y, después de verter un poco de aceite de oliva virgen extra, añade los trozos de cebolla. Una vez dorados, haz lo mismo con la berenjena. Para darle un toque picante, añade lo que quieras: un toque de pimienta negra queda genial, y por supuesto, no olvides la sal. Cocina durante 5-6 minutos a fuego lento.
Una vez apagado el fuego, corta también unos 400 gramos de patatas en dados: en este caso, hiérvelas en una olla, previamente sazonadas con sal. Después de la cocción, machaca bien las patatas y añade una nuez de mantequilla a la mezcla. Añade los trozos de berenjena; un poco de queso y productos lácteos (como provola o mozzarella); una pizca de sal, pimienta negra y un poco de perejil. Mezcla todo bien.
Conclusión de la receta