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Mezclar los ingredientes líquidos:
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar, la sal, la esencia de vainilla y el anís en grano. Añade el aceite, el anís dulce y el agua. Mezcla bien. -
Incorporar la harina y la levadura:
Añade poco a poco la harina con la levadura química, mezclando primero con una espátula y luego con las manos hasta obtener una masa homogénea. -
Reposo de la masa:
Cubre el bol con un trapo y deja reposar la masa durante 30 minutos. -
Formar las porciones:
Divide la masa en bolas de unos 70–75 g (aprox. del tamaño de un huevo) y colócalas en un plato con harina. -
Estirar los orelletes:
Enharina la superficie de trabajo y un rodillo. Estira cada bola hasta obtener tortitas muy finas. La forma tradicional consiste en estirar la masa sobre la rodilla con las manos. -
Freír:
Calienta abundante aceite en una sartén. Cuando esté bien caliente, fríe las tortitas una a una, volteando para dorar ambos lados. -
Escurrir y espolvorear azúcar:
Coloca los orelletes sobre papel absorbente y espolvorea azúcar por encima antes de que se enfríen.