Preparar la levadura por la noche: en un bol, añadir la mitad de la harina (750 g), la sal, la levadura y la leche tibia poco a poco, amasando a medida que se incorporan. La masa debe quedar suave pero formando una bola. Cubrir la masa con un paño y envolver el bol con una manta. Dejar reposar hasta la mañana siguiente.
Al día siguiente, añadir el azúcar, la ralladura de limón, el anís, la canela y el bicarbonato de sodio, mezclando bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
A continuación, añade poco a poco los 750 g de harina restantes y la margarina en trozos a temperatura ambiente. Finalmente, agrega las nueces.
Deja reposar la masa durante una hora, envuelta en un paño.
Forma bolitas, píntalas con huevo batido y hornéalas a 200 °C (390 °F) sobre una bandeja de horno engrasada durante unos 15 minutos.
Una vez horneadas, píntalas con mantequilla a temperatura ambiente, envuélvelas en un paño y colócalas en un bol para que se mantengan suaves durante más tiempo.