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Usar la harina adecuada: la harina tipo 55 es ideal para lograr una miga ligera. Si no la encuentras, puedes usar tipo 65 o 80, pero el pan será más denso.
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Agua tibia: activa la levadura correctamente. El agua demasiado caliente la mata, y el agua fría retrasa la fermentación.
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Vapor en el horno: coloca un recipiente con agua en el horno durante la cocción o rocía las paredes con agua antes de hornear. Esto da como resultado una corteza aún más crujiente.
Conclusión
El pan francés casero es una auténtica maravilla de la cocina. Con esta receta sencilla, lograrás un pan con corteza dorada, crujiente y miga esponjosa, perfecto para acompañar cualquier comida o disfrutar en el desayuno.
¡No esperes más y anímate a preparar tu propio pan francés en casa! 🥖🇫🇷