100 g de mantequilla
1 vaso de agua medida de aceite
Instrucciones
Preparar la masa:
En un recipiente grande, disuelve la levadura y el azúcar en agua tibia. Déjalo reposar durante unos 5 a 10 minutos hasta que se forme una masa espumosa.
Añade la sal y mezcla poco a poco la harina, amasando hasta formar una masa suave y elástica.
Cubre la masa con un paño húmedo y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que duplique su tamaño.
Preparar el relleno:
Desmenuzar el queso feta y reservar.
Formar el pan:
Una vez que la masa haya subido, divídela en porciones iguales.
Aplana cada porción hasta formar un disco pequeño y coloca una pequeña cantidad de queso feta desmenuzado en el centro.
Dobla los bordes sobre el queso para sellarlo y darle forma de bola o de la forma deseada.
Lubricar:
Derretir la mantequilla y mezclarla con el aceite en un tazón pequeño.
Utilice esta mezcla para pincelar cada trozo de masa rellena.
Hornear:
Precaliente el horno a 180°C (350°F).
Coloque los trozos de masa rellenos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
Hornee durante 25-30 minutos o hasta que el pan esté dorado y bien cocido.
Atender:
Deje que el pan se enfríe un poco antes de servir.
Sugerencias para servir
Sirva caliente con una guarnición de ensalada fresca.
Combínalo con un plato de sopa para una comida abundante.
Disfrútelo como refrigerio con una taza de té o café.
Consejos de cocina
Asegúrese de que el agua utilizada para la levadura esté tibia, no caliente, para garantizar una activación adecuada.
Amasar bien la masa hasta conseguir una textura suave y elástica.
Ajuste la cantidad de queso feta según su preferencia para obtener un sabor más o menos intenso.
Beneficios nutricionales
El queso feta es una buena fuente de calcio y proteínas.
El uso de harina integral puede aumentar el contenido de fibra del pan.
Este pan aporta un equilibrio de carbohidratos y grasas, lo que lo convierte en un refrigerio satisfactorio.
Información dietética