PREPARACIÓN

Para empezar, en un bol grande, mezcla la harina y la sal. En un recipiente aparte, disuelve la levadura en el agua tibia y deja reposar durante unos minutos. Esto es clave para activar la levadura y que el pan suba correctamente.

Vierte la mezcla de agua y levadura en el bol de la harina. Mezcla con una cuchara de madera o con tus manos hasta que se forme una masa. Cubre el bol con un paño y deja reposar durante 30 minutos.

Añade el chorizo y el queso a la masa y amasa suavemente para distribuirlos. Luego, dobla la masa sobre sí misma cada 30 minutos durante 2 horas. Esto ayuda a desarrollar el gluten y a darle una buena estructura al pan.

Una vez que la masa haya crecido, colócala en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. Forma una hogaza redonda y deja reposar durante otros 30-45 minutos. El pan casi duplicará su tamaño.

Mientras tanto, precalienta el horno a 220°C. Hornea el pan durante 30-35 minutos, o hasta que la corteza esté dorada y suene hueco al golpearlo por debajo. El aroma que llenará tu cocina será irresistible.

Una vez horneado, deja que el pan se enfríe en una rejilla. Aunque es difícil resistirse, cortar el pan mientras está caliente puede hacer que la miga se compacte. Se disfruta mejor cuando está tibio, con el queso derretido.

Este pan rústico es la prueba de que un pan casero con buenos ingredientes puede ser el centro de cualquier comida. Es un pan que te hará sentir orgulloso de tus habilidades de panadero.