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Aprende a reconocer los síntomas del ACV:
Si notas que una persona tiene el rostro caído, dificultad para hablar o debilidad en un brazo, actúa rápido y llama a emergencias. -
Evita los esfuerzos repentinos al despertar:
Levantarse bruscamente en un ambiente frío puede alterar la presión arterial. Hazlo lentamente. -
Mantén una rutina de sueño estable:
Dormir y despertar a la misma hora mejora el equilibrio cardiovascular. -
Cuida tu alimentación en fiestas o reuniones invernales:
Controla las porciones y evita los excesos de grasa o sal. -
No minimices el frío:
La hipotermia leve puede pasar desapercibida, pero afecta el sistema circulatorio.
Cuidar tu salud cerebral en invierno no requiere grandes sacrificios, sino conciencia y constancia.
Pequeños cambios en tu rutina pueden marcar la diferencia entre un invierno saludable y uno de riesgo. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.