Para preparar este pastel básico, solo necesitas ingredientes comunes que probablemente ya tengas en casa:
- 3 huevos
- 1 taza de azúcar
- ½ taza de aceite vegetal
- 1 taza de leche
- 2 tazas de harina de trigo (de todo uso)
- 1 cucharada de polvo para hornear
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Mantequilla y harina para engrasar el molde
Estos ingredientes forman la base de un pastel clásico, suave y con un toque dulce equilibrado. La esencia de vainilla le da ese aroma casero que todos amamos, y el aceite vegetal ayuda a conservar su textura húmeda por más tiempo.
Cómo preparar el pastel paso a paso
- Precalienta el horno a 180 °C (350 °F). Engrasa un molde para pastel con mantequilla y espolvorea un poco de harina. Esto evitará que la mezcla se pegue.
- Licúa los ingredientes líquidos. Coloca en la licuadora los huevos, el azúcar, el aceite, la leche y la vainilla. Mezcla durante 30 segundos o hasta que todo esté bien integrado.
- Añade los ingredientes secos. Sin dejar de licuar, incorpora poco a poco la harina y el polvo para hornear. Procesa durante unos 30 o 40 segundos más, hasta obtener una mezcla homogénea.
- Vierte la mezcla en el molde. Asegúrate de distribuirla de manera uniforme.
- Hornea durante 35 a 45 minutos. El pastel estará listo cuando al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
- Deja enfriar. Una vez fuera del horno, espera unos minutos antes de desmoldar.
- Decora y disfruta. Puedes servirlo tal cual o espolvorear azúcar glas, mermelada o un glaseado rápido.
En menos de una hora tendrás un pastel casero dorado, con una textura suave y un sabor increíble.
Consejos útiles para un pastel perfecto
- Usa ingredientes a temperatura ambiente. Esto ayuda a que la mezcla se integre mejor y el pastel crezca de forma uniforme.
- No licúes en exceso. Si bates demasiado la mezcla, el pastel puede perder su esponjosidad.
- Evita abrir el horno antes de los primeros 30 minutos. El cambio de temperatura puede hacer que el pastel se baje.
- Verifica el punto justo de cocción. Cada horno es diferente, por eso es importante hacer la prueba del palillo.
- Deja reposar antes de desmoldar. Así evitarás que se rompa.
Estos pequeños detalles marcan la diferencia entre un pastel regular y uno realmente esponjoso y delicioso.