Nació una tarde en la que se me antojaba un postre “de verdad”, pero sin romper la dieta baja en carbohidratos. ¿Sabes cuando piensas: “Quiero un bizcocho suave y aromático para el desayuno, pero sin harina de trigo ni azúcar… ¿acaso existe?”? Mezclé yogur griego, harina de almendras, un chorrito de aceite de coco y, lo admito, esperé a poder hornearlo. ¿El resultado? Una rebanada húmeda y con la firmeza perfecta, con ese aroma casero a vainilla. Así de sencillo: bol, batidora de mano y listo. No es perfecto (se agrieta un poco por encima de vez en cuando, es normal), pero está bueno. De hecho: reconfortante.
Pastel de ciruelas con yogur keto (de esos que preparas una vez y luego… una y otra vez)
Pastel de ciruelas con yogur keto
Tiempo de preparación: 10 minutos
Cocción: 40-50 minutos a 180 °C (temperatura estática)
Total: 50-60 minutos + tiempo de enfriamiento
Calorías
Aproximadamente 212 kcal por porción (basado en 12 rebanadas).
Ingredientes
210 g de yogur griego natural (entero o semidesnatado: a temperatura ambiente)
200 g de harina de almendras
80 g de aceite de coco derretido (o mantequilla derretida)
65 g de eritritol granulado
8 g de levadura en polvo
4 ml de extracto de vainilla
3 huevos grandes, a temperatura ambiente
½ cucharadita de sal
Azúcar glas, al gusto (opcional; para la dieta cetogénica, usar eritritol en polvo)
Pequeñas variaciones que no alteran la receta: ralladura de limón, canela, un puñado de chips de chocolate sin azúcar (20-30 g, con eso basta), 1 cucharada de cacao en polvo sin azúcar en lugar de 10 g de harina de almendras.
Preparación
Humedecer el bol. En un bol grande, mezclar el yogur, los huevos, la vainilla y el aceite de coco. Batir a mano hasta obtener una mezcla homogénea. (Si el aceite estaba demasiado caliente, esperar un momento; no queremos frittatas).
Ingredientes secos. Añade la harina de almendras, el eritritol, la levadura en polvo y la sal. Si los ingredientes secos tienen grumos, pásalos primero por un tamiz; luego, incorpóralos con una espátula: la mezcla debe quedar espesa y uniforme. No te preocupes si está compacta: así es como debe ser.
Molde y horno. Forra un molde rectangular de 20×10 cm con papel de horno (los bordes que sobresalen sirven de asas, muy prácticas). Vierte la masa, nivélala con una espátula y, si quieres que quede abombada, haz un corte ligero en el centro con un cuchillo engrasado.
Horneado. Hornea a 180 °C (350 °F) durante 40-50 minutos. Comprueba la cocción con un palillo: debe salir limpio o con migas húmedas (no mojadas). Si se dora demasiado, cúbrelo con papel de aluminio durante los últimos 10 minutos.
Cocción (¡importante!). Deje el pastel en el molde durante 15 minutos, luego desmóldelo y déjelo enfriar completamente sobre una rejilla: así se asentará mejor y será más fácil de cortar.
Para terminar, espolvoree con eritritol (opcional) o déjelo sin espolvorear: la vainilla hará su función.
Consejos prácticos