1. Preparar el bizcocho:
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Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
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En un bowl grande, mezcla la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal.
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Añade la mantequilla suavizada y bate hasta obtener una mezcla arenosa.
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Agrega la leche y los huevos, uno por uno, batiendo hasta obtener una masa suave y homogénea.
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Forra un molde rectangular de 23×33 cm (9×13 pulgadas) con papel para hornear y vierte la masa.
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Hornea por 25–30 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.
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Deja enfriar completamente antes de agregar la cobertura.
2. Preparar la crema batida:
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En un bowl frío, bate la crema para batir junto con el azúcar glas hasta que se formen picos suaves.
3. Montar el pastel:
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Una vez frío el bizcocho, cúbrelo uniformemente con la crema batida.
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Añade las fresas en rebanadas sobre la crema.
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Decora con hojas de menta fresca si lo deseas.
💡 Consejo: Puedes refrigerar el pastel por 30–60 minutos antes de servir para que la crema y las fresas se asienten mejor y los sabores se mezclen.