Virutas de chocolate
Rodajas finas de plátano fresco
Nueces o avellanas picadas
Preparación
Paso 1: En un tazón grande, mezclar la leche con el azúcar y el azúcar de vainilla hasta que se disuelvan por completo. Si se desea, se puede añadir una cucharadita de esencia de ron para darle más sabor. Esta será la base donde remojaremos las galletas.
Paso 2: Prepara los plátanos: pélalos y córtalos en rodajas finas y uniformes. Esto ayudará a que se adapten bien entre las capas de galleta y aporten una textura naturalmente cremosa y dulce.
Paso 3: En un bol aparte, mezcla la mantequilla ablandada con el queso crema y el cacao (si lo usas) hasta obtener una crema suave y ligera. Si deseas un sabor más dulce, puedes añadir una cucharada más de azúcar glas.
Paso 4: Ahora, remoja brevemente una galleta a la vez en la leche, con cuidado de no dejarla demasiado tiempo para que no se ablande en exceso. Coloca la primera capa de galletas en un plato o en una bandeja pequeña y plana.
Paso 5: Extiende una generosa capa de crema sobre las galletas, luego añade la capa de rodajas de plátano. Continúa alternando capas de galletas remojadas, crema y plátano hasta terminar los ingredientes, asegurándote de que la última capa sea de crema.
Paso 6: Cubre el pastel con film transparente y refrigéralo durante al menos 2 horas, idealmente toda la noche, para que las galletas se ablanden y los sabores se integren. Antes de servir, decora con chispas de chocolate, rodajas de plátano y frutos secos, si lo deseas.
Variaciones y consejos
