Coloca la ricotta y el azúcar en un bol y mezcla bien hasta integrar.
Añade los huevos y el aceite y vuelve a mezclar. Si sueles usar una batidora eléctrica, puedes batirlos de esta manera; puede que no sea necesario.
Añade la levadura química a la harina e incorpórala gradualmente a la mezcla. Mezcla con movimientos suaves y envolventes, sin batir.
Engrasa y enharina un molde para tarta o similar.
Vierte la mezcla en el molde y cubre con las rodajas de manzana. Intenta cubrir toda la superficie con ellas. Rocía las manzanas con una rica crema pastelera.
Hornea en horno precalentado a potencia media/baja durante unos 35 minutos. Pasado este tiempo, verás que el pastel ya está dorado, pero para asegurarte de que esté listo, pínchalo con un palillo o un cuchillo; debe salir limpio y sin restos de masa.
Retira del horno y deja enfriar antes de desmoldar.
Finalmente, para decorar y darle un toque único a nuestro pastel, espolvorea generosamente con azúcar glas.
Para la crema pastelera:
Coloca la leche en una cacerola, calienta a fuego medio, añade el azúcar y remueve. Agrega una vaina de vainilla o un chorrito de esencia de vainilla y un trocito de ralladura de naranja para darle un toque de sabor.
Deja que la leche se caliente sin que rompa a hervir. Cuando ya esté caliente, retira la vaina, si la tienes, y la ralladura de naranja.
Mientras se calienta la leche, coloca los huevos en un recipiente con la fécula. Remueve bien para que se integren; no deben quedar grumos. Añade un chorrito de leche caliente y remueve; esto templará los huevos.
Retira la cacerola del fuego y añade los huevos. Remueve bien y vuelve a poner la cacerola a fuego lento.
Con la ayuda de unas varillas, remueve la mezcla hasta que espese. Sabrás que está lista cuando veas el fondo de la cacerola.
Consejos y sugerencias
Al preparar este tipo de preparación, procura siempre que los ingredientes estén a temperatura ambiente.
Para que las manzanas floten en la superficie, podemos rebozarlas primero en harina por ambos lados, evitando que se hundan.
Es importante incorporar la harina con movimientos envolventes, sin batir.
Como esta mezcla no se monta bien, es necesario tamizar la harina para airearla y evitar que se formen grumos.
Para la crema pastelera, no uses leche hervida, ya que cocinará los huevos.
Una vez lista la crema pastelera, cúbrela con film transparente para evitar que se endurezca.
