Este Pastel frío de pollo será el invitado perfecto a tus comidas de este verano ya sea en familia o con amigos. Me encanta este tipo de pasteles fríos que puedes dejar hechos con antelación y dedicarte a otras preparaciones el día de la comida. Ya sabes que los ingredientes van un poco a tu gusto. No tengas miedo de innovar porque este tipo de pasteles salados admiten muchísimas combinaciones. Espero que lo disfrutes con los tuyos.
Cómo hacer Pastel frío de pollo
1. Prepara la carne para el pastel frío de pollo. Cuece las pechugas de pollo en una olla con abundante agua con la hojita de laurel y los granos de pimienta durante 20 minutos. Retira y reserva hasta que se enfríe.

2. Haz el relleno. Pica las pechugas bien pequeñito, pica también el tomate y la lechuga. Mezcla en un bol el pollo junto con la lechuga, el tomate, el maíz y los huevos cocidos rallados. Añade mayonesa al gusto y mezcla.

3. Monta el pastel. Para montar el pastel, forra con film de cocina todo el molde y empieza con una capa de pan de molde en la base del molde. Reparte la mitad del relleno ayudándote de una cuchara y llegado bien a todo el molde. Tapa con otra capa de pan de molde. Pinta con un poco de mayonesa y extiende las lonchas de jamón y queso encima. Tapa de nuevo con una capa de pan de molde y reparte el resto del relleno de pollo. Cierra con la última capa de pan de molde y tapa con el film. Deja reposar en la nevera al menos 30 minutos.