PASTEL RÁPIDO Y TRADICIONAL EN VASO. Una versión sencilla: batir y verter, con sémola y manzanas.

Azúcar glas para espolvorear
Una salsa sencilla de caramelo o canela
Crema agria o yogur natural para servir
Preparación
Paso 1: Primero, lava y pela las manzanas. Córtalas en cubos pequeños; no es necesario que sean perfectos, ya que se ablandarán en el horno y le darán una textura jugosa al pastel. Luego, colócalas en un bol grande y añade el azúcar para que suelten parte de su jugo y se endulcen ligeramente.

Paso 2: Mientras tanto, en otro recipiente, casca los huevos y bátelos bien con una batidora o varillas hasta que dupliquen su volumen y adquieran un color crema claro y esponjoso. Para un sabor agradable, añade la esencia de vainilla y una pizca de sal (¿te suena raro?). La sal realza el dulzor y los sabores, así que no te arrepentirás.

Paso 3: Incorpora poco a poco la leche a la mezcla de huevo y vainilla, removiendo constantemente para que no se corte. Luego, añade la sémola y la levadura en polvo, mezclando suavemente hasta obtener una masa homogénea, no muy densa, como una crema agria espesa. La consistencia debe ser ligeramente líquida, lo que ayudará a una cocción uniforme y a una textura final agradable y ligeramente húmeda.

Paso 4: Incorpora con cuidado las manzanas troceadas y el azúcar disuelto en su jugo. Te recomiendo no mezclar demasiado enérgicamente para no aplastar las manzanas y conservar su textura característica en cada trozo.

Paso 5: Prepara una bandeja de aproximadamente 20×25 cm untándola con mantequilla o aceite; la forma más fácil es usar una brocha de silicona. Vierte la mezcla en la bandeja, alísala ligeramente con una cuchara y hornea en el horno precalentado a 180 °C. Hornea el pastel durante unos 30 minutos, o hasta que la superficie adquiera un color dorado y un aroma agradable, y al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.

Paso 6: Al sacar el pastel del horno, déjalo enfriar un poco, al menos 10 minutos. Esto es necesario para que la sémola se asiente y la textura se vuelva suave, casi como un pudín ligeramente firme. Puedes espolvorear un poco de azúcar glas o añadir una salsa de caramelo sencilla para darle un toque extra de sabor.

Variaciones y consejos

Si no tienes manzanas, puedes usar peras, que también aportan un sabor delicado e intenso.

Añade un puñado pequeño de nueces o avellanas picadas a la masa para darle un toque crujiente. En lugar de azúcar blanca, puedes usar azúcar morena, que le da un toque sutil de caramelo.

Para una versión vegana, sustituye la leche por una leche vegetal (de almendras o avena). En este caso, usa un sustituto de huevo: semillas de lino o chía mezcladas con agua.

Espolvorea canela molida por encima para un sabor cálido y reconfortante, perfecto para el otoño.

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