Usa manzanas más ácidas, como Antonova o Granny Smith, para un contraste interesante con el dulzor del azúcar.
Cómo me gusta servir esta receta
Me gusta servir este pastel tanto caliente como a temperatura ambiente. En verano, una combinación con yogur natural o una bola de helado de vainilla complementa a la perfección su sabor afrutado y su textura suave. En invierno, una cucharada de crema agria o una sencilla salsa de caramelo con mantequilla lo transforma en un postre cálido, reconfortante y lleno de sabor. También es perfecto para una tarde tranquila con tu bebida favorita o para culminar una cena familiar íntima.
Notas Para mayor frescura, puedes guardarlo en el refrigerador y sacarlo 30 minutos antes de servir.
También puedes calentarlo suavemente en el microondas o en el horno para recuperar su textura esponjosa y su intenso sabor.
En conclusión: este pastel de sémola y manzana es uno de nuestros secretos mejor guardados: sencillo, rápido y con un sabor que siempre alegra el día. ¡Es la opción ideal para esos días en que no te apetece pasar mucho tiempo en la cocina, pero quieres algo realmente delicioso!
