Retira el pastel del horno, desmóldalo y quita el papel de hornear del fondo.
Corta la parte superior si quedó muy abombada y divide el pastel en dos mitades iguales.
Forra el interior del molde con plástico film y coloca una de las mitades del bizcocho en el fondo.
Vierte todo el relleno de chocolate blanco sobre él y cubre con la otra mitad del pastel.
Cierra bien el plástico, cubriendo todo, y lleva el molde al congelador por 4 horas.
4. Finalizar y servir
Saca el pastel del congelador, retira con cuidado el plástico y colócalo en un plato bonito.
Espolvorea leche en polvo por encima para decorar.