Deje la masa debajo del film en un lugar cálido durante 3 horas, luego amase nuevamente y extienda hasta formar un rectángulo grande.
Dóblalo formando varias capas y déjalo reposar durante 15 minutos.
Después de esto, volvemos a extender la masa, la untamos con mantequilla derretida y la cortamos en triángulos, a partir de los cuales formamos croissants.
Colocar la masa en una bandeja de horno cubierta con papel de horno, dejar crecer la masa y engrasarla con la mezcla de huevo y leche. Hornear en el horno a 200°C durante 35 minutos.
El resultado son unos croissants tiernos y sabrosos que parecen salidos de la mejor panadería francesa.
Esta receta merece la pena probarla para todo aquel que quiera sorprender a su familia o invitados con un manjar exquisito.