Cuando las patatas estén tiernas, subir el fuego al máximo y dorarlas ligeramente para darles color y textura. Retirarlas sobre papel absorbente y añadir una pizca de sal.
Incorporar el majado
Quitar el exceso de aceite de la sartén, devolver las patatas y verter el majado de ajo y vinagre. Cocinar a fuego fuerte, removiendo con cuidado, hasta que el líquido se evapore y las patatas se impregnen del sabor.
Servir
Colocar las patatas en una fuente y espolvorear perejil fresco picado por encima. Servir calientes y disfrutar de su sabor intenso y su textura tierna por dentro y dorada por fuera.
Consejos para preparar patatas al ajo cabañil
Utiliza patatas de carne firme (como monalisa o agria) para que no se deshagan al confitarlas.
Mantén el fuego bajo durante el confitado para evitar que se frían demasiado rápido.
Si prefieres un sabor más suave, reduce un poco el vinagre o usa vinagre de manzana.
Añadir una pizca de pimentón dulce al majado aporta color y un toque diferente.
Son ideales para acompañar carnes, pescados o un huevo frito.
Así de sencillo se preparan unas auténticas patatas al ajo cabañil, doradas, tiernas y llenas de sabor.
Una receta tradicional que demuestra que con ingredientes humildes se puede crear un plato espectacular.
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