1️⃣ Preparar las patatas
Lava muy bien las patatas y, sin pelarlas, córtalas en gajos medianos.
Colócalas en una bandeja con papel de horno, añade el orégano, la sal y un chorrito de aceite de oliva.
Mezcla con las manos para que todas las piezas queden bien impregnadas.
2️⃣ Hornear las patatas
Introduce la bandeja en el horno precalentado a 230 ºC (446 ºF), con calor arriba y abajo.
Hornea durante 30 minutos, o hasta que estén doradas por fuera y suaves por dentro.
💡 Truco: Puedes pinchar una patata con un palillo para comprobar si está tierna antes de sacarlas.
3️⃣ Freír el bacon
Mientras las patatas se hornean, coloca el bacon en una sartén sin aceite.
Cocínalo a fuego medio hasta que esté bien crujiente y dorado.
Pásalo a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
4️⃣ Preparar la salsa de quesos
En un cazo, derrite la mantequilla a fuego medio.
Agrega la harina y mezcla constantemente para formar un roux (pasta).
Incorpora la leche poco a poco sin dejar de remover hasta que la salsa espese.
Añade los tres tipos de queso troceados y sigue mezclando hasta que se derritan por completo.
Debe quedar una salsa cremosa, suave y brillante.
5️⃣ Montar el plato
Coloca las patatas recién horneadas en una bandeja o fuente.
Vierte por encima la salsa de quesos bien caliente.
Distribuye el bacon crujiente y espolvorea un poco más de orégano si deseas un toque aromático extra.
