1️⃣ Preparar los ingredientes
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Picar finamente la cebolla y el ajo.
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Cortar el jamón en dados uniformes.
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Rallar el queso.
2️⃣ Sofreír la base aromática
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Calienta la mantequilla y el aceite de oliva en una sartén a fuego medio.
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Añade la cebolla y el ajo, cocina hasta que estén transparentes y fragantes.
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Espolvorea una pizca de nuez moscada.
3️⃣ Cocinar la pasta
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Hierve la pasta en abundante agua con sal hasta que esté al dente.
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Reserva una cucharada del agua de cocción y escurre la pasta.
4️⃣ Preparar la salsa
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Añade el jamón a la sartén con la cebolla y el ajo, cocina unos minutos sin que se reseque.
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Vierte la crema fresca y mezcla a fuego bajo.
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Incorpora el queso rallado poco a poco, removiendo hasta que se funda y se integre bien.
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Ajusta de sal y pimienta.
5️⃣ Combinar y gratinar
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Mezcla la pasta cocida con la salsa, añadiendo un poco del agua de cocción si es necesario para ajustar la textura.
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Coloca la pasta en un molde para horno, espolvorea con parmesano y un poco de queso extra si lo deseas.
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Gratina en horno precalentado a 180–190 °C durante 15–20 minutos, hasta que la superficie esté dorada y la salsa burbujeante.
6️⃣ Servir
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Decora con perejil fresco picado.
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Sirve caliente como plato principal o acompañamiento.
💡 Consejos
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Las verduras opcionales (pimientos, guisantes, champiñones) añaden color, sabor y nutrientes.
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Para una versión más ligera, usa crema ligera y reduce la cantidad de queso.
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Este plato puede prepararse con antelación y gratinarse justo antes de servir.