Poco a poco, esos pequeños seres comenzaron a reaccionar. Un movimiento por aquí, un sonido por allá: señales de que la vida insistía en ganar. Y entonces, sucedió lo imposible: sobrevivieron. 🌱✨
Hoy corren, juegan y llenan de alegría el lugar donde antes solo había silencio.
Estas pequeñas criaturas han demostrado que el amor y la esperanza son más fuertes que cualquier predicción.
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