Tritura la avena: Si usas avena en copos, colócala en una licuadora o procesador de alimentos y tritúrala hasta obtener una textura fina similar a la harina. Este paso puede omitirse si utilizas harina de avena ya preparada.
Prepara los ingredientes secos: En un recipiente grande, mezcla la avena triturada, una pizca de sal y, si lo prefieres, una cucharada de queso parmesano. Este ingrediente es opcional y da un toque extra de sabor.
Activa la levadura: Disuelve una cucharadita de levadura en agua caliente. Si decides usar bicarbonato en lugar de levadura, simplemente añádelo junto con los ingredientes secos.
Forma la masa: Agrega el agua caliente con levadura a los ingredientes secos y mezcla hasta obtener una masa homogénea. Luego, añade una cucharada de aceite de oliva y amasa hasta que la textura sea manejable.
Precalienta el horno: Antes de hornear, precalienta el horno a 200 °C.
Extiende la masa: Coloca la masa sobre un molde o bandeja para pizza y extiéndela uniformemente. Precocina durante 10 minutos para fijar la base.
¡Tu masa está lista para agregar los toppings y hornear!
Para más ideas sobre cómo incorporar avena en la cocina, consulta recetas como los panqueques de avena y banana.
Preparación de la Pizza
Una vez lista la masa de avena, el siguiente paso es transformar esta base saludable en una pizza deliciosa. Sigue este proceso para preparar la pizza perfecta:
1. Prepara la salsa base
En un recipiente, mezcla tomate triturado con hierbas italianas como orégano, tomillo y mejorana. Si prefieres un sabor más suave, puedes añadir un toque de aceite de oliva. Esta salsa le dará un sabor auténtico y fresco a tu pizza.
2. Selecciona y prepara los toppings
Los toppings son el alma de cualquier pizza. Algunas opciones saludables incluyen:
Vegetales: Champiñones frescos, pimientos en juliana, espinacas o cebolla morada.
Proteínas: Pollo desmenuzado, atún o tofu para una versión vegetariana.
Queso: Mozzarella rallada, queso vegano o incluso un queso bajo en grasa.
Asegúrate de cortar los ingredientes en tamaños uniformes para que se cocinen de manera pareja.
3. Monta la pizza
Sobre la base precocida, extiende una capa uniforme de la salsa de tomate.
Añade un poco de queso para crear una base cremosa, seguido de los vegetales y las proteínas de tu elección. Finaliza con una última capa ligera de queso.
4. Horneado final
Sube la temperatura del horno a 250 °C y hornea la pizza durante 15 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y el queso burbujeante. Si prefieres una textura más crujiente, puedes dejarla unos minutos adicionales.
5. Sirve y disfruta
