El día anterior limpiamos y lavamos bien el pollo y retiramos las posibles plumas que le pudieran quedar. Lo secamos con papel de cocina, lo salpimentamos por dentro y por fuera y preparamos el adobo. Para ello ponemos en un recipiente el aceite, el vino, los dientes de ajo bien picaditos, el perejil, el tomillo, la pastilla de caldo desmenuzada, la soja y la salsa perrins. Mezclamos para que se integren todos los ingredientes. Por último, añadimos al adobo 2 hojas de laurel. Cogemos el pollo y añadimos un poco de la salsa del adobo en la parte de dentro, con las manos nos aseguramos de que quede bien untado. Echamos el resto de la salsa sobre el pollo empapándolo bien. Atamos los muslos y las alas para que queden pegados al cuerpo y lo llevamos a la nevera, olvidándonos de el hasta el día siguiente.
El día de la preparación cogemos una fuente de horno y le ponemos un chorro de aceite de oliva en el fondo. A continuación colocamos la cebolla en aros, la zanahoria y el pimiento. Colocamos el pollo encima y regamos con algo de la salsa del adobo. Por último agregamos las patatas y añadimos por encima lo que nos queda del adobo.
Espolvoreamos todo el conjunto de sal e introducimos a horno precalentado a 200ºC durante 90 minutos, dando vuelta al pollo a mitad de cocción. Retirar y servir.
Notas: