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Prepara el pollo:
Limpia y seca bien las piezas de pollo con papel de cocina.
En un tazón pequeño, mezcla la sal condimentada, pimienta, ajo en polvo, cebolla en polvo y pimentón.
Frota esta mezcla por todo el pollo para sazonarlo bien. -
Enharina y dora el pollo:
Pasa cada pieza de pollo por la harina, sacudiendo el exceso.
En una sartén grande, calienta el aceite a fuego medio.
Dora las piezas de pollo durante 3–4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas (no es necesario cocinarlas completamente en esta etapa).
Retira y reserva. -
Prepara la salsa:
En la misma sartén, derrite la mantequilla y añade las rodajas de cebolla.
Sofríe durante 5–6 minutos, hasta que la cebolla esté tierna y ligeramente caramelizada.
Agrega las 2 cucharadas de harina y mezcla bien para formar un roux (base espesa). Cocina por 1 minuto. -
Agrega los líquidos:
Incorpora poco a poco el caldo de pollo, batiendo constantemente para evitar grumos.
Añade la leche o crema de leche y mezcla hasta obtener una salsa homogénea. -
Cocina el pollo en la salsa:
Vuelve a colocar el pollo dorado dentro de la sartén, sumergiéndolo en la salsa.
Tapa y cocina a fuego bajo durante 35–40 minutos, o hasta que el pollo esté tierno y la salsa haya espesado.