Una puerta cerrada ayuda a mantener una temperatura estable:
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En invierno, conserva el calor dentro del dormitorio.
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En verano, evita que se escape el aire frío del aire acondicionado.
Esto no solo mejora tu confort, sino que también puede reducir el consumo de energía en casa.
🧘♀️ 4. Privacidad, Equilibrio y Armonía
Cerrar la puerta también aporta beneficios psicológicos y emocionales.
Simboliza intimidad, desconexión y autocuidado.
Es un límite físico y mental que te separa del caos cotidiano, ayudándote a crear un espacio personal de paz y silencio.
🕯️ Según el Feng Shui
De acuerdo con esta filosofía oriental, una puerta cerrada retiene la energía positiva (Chi) dentro del dormitorio, fomentando descanso, seguridad y renovación.
Una puerta abierta, por el contrario, dejaría escapar esa energía vital, afectando la armonía del entorno.