Si tienes niños pequeños y prefieres dejar la puerta entreabierta, puedes usar un monitor con cámara o audio para mantener la vigilancia sin comprometer la seguridad.
En caso de necesitar más ventilación, basta con abrir una ventana ligeramente o usar un purificador de aire dentro del cuarto.
✅ Conclusión
Cerrar la puerta del dormitorio antes de dormir es un gesto pequeño, gratuito y fácil de adoptar, pero con grandes recompensas:
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Mayor seguridad en caso de incendios o intrusiones.
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Sueño más profundo y reparador.
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Ambiente más limpio, saludable y equilibrado.